viernes, 1 de abril de 2011

Aléktor, por Andrea Hernández Tovar

Imagen: Andrea Hernández Tovar

Un hombre que tenía manos de laurel.

Hace un milenio
la historia surgió,
junto con un ser que el arte expandió;
expresando sus sentimientos, arte logró.
Grandes obras hizo con su mente,
artesano y artista era aquel;
un hombre que tenía manos de laurel,
ligeras como el aire,
suaves como la lluvia;
manos hábiles para transformar un pincel.
Aléktor se llamaba aquel artesano
de muy hábil mano.
Su talento era tal
que el palacio de las dobles hachas adornó,
muy orgulloso él se sintió
pues él a la historia pasó.

El gran aprendiz de Dédalo era,
tan hábil que todo el mundo lo conociera.
Su habilidad él usó,
su princesa Ariadna lo llamó
y por su orden
arte él creó.
Creó e hizo realidad su sueño,
Convirtiéndolo en un disco de arcilla
que por siglos hizo historias,
era el disco que tenía Nuria
pero antes una verdad reveló,
junto con Zeus otro disco creó.
Era un disco especial
y a Festos lo quería enviar
porque lo quería enviar a aquel hombre,
dos discos Aléktor creó
y los dos a la historia transformaron
tanto misterio
por tantos años
y no lo hemos resuelto aunque queramos

Es un misterio del arte!