Recortando sueños, pintando poesía en la Escuela Nicaragua de Montevideo, 2009.
La infancia, suma de las insignificancias del ser humano, tiene una significación
fenomenológica propia, una significación fenomenológica pura,
puesto que está bajo el signo de la maravilla.
Gaston Bachelard
A fines del 2009, la poeta uruguaya Mercedes Calvo, que también es educadora, coordinó un taller de poesía en la Escuela Nicaragua de la ciudad de Montevideo.
Mercedes, ganadora del Premio Hispanoamericano de Poesía 2008 por su libro Los espejos de Anaclara, dio a conocer a estos pequeños mi libro Tigres de la otra noche, ganador del mismo certamen en 2005.
Bajo su guía, niños de primaria produjeron insólitas piezas poéticas, de las que no pude menos que decir, cuando Mercedes me las dio a conocer: "Eso es mejor que lo que yo escribí".
Ahora, al releer esos versos para abrir a su luz La Puerta del Año, corroboro mi primer asombro y constato la fuerza avasalladora de la poesía cuando es presentada a los niños como sabe hacerlo Mercedes Calvo: bajo el signo de la maravilla.
María García Esperón