Los elementos usamos
en la vida cotidiana,
sin embargo aprendemos
sus nombres extraños
como antimonio
que me recuerda al mono
o el flúor con sabor a mentol
al igual que el sereno molibdeno
y el Arturo con cara de mercurio.
Si con el criptón
matamos a Superman,
con el neón
callamos a Maria Paolaman.
Andrés Padilla