Para: Tigres de la otra noche, de María García Esperón y Alejandro Magallanes
De: Valentina Zavala
Un día lo vi nacer,
su cuerpo tan pequeño
su cara de inocente
sus ojos de repente
una sonrisa expresaban.
Todos los días al despertar,
busco tu rostro
y una gran satisfacción me llena
cuando te encuentro a mi lado.
Cuando te veo jugar,
de ternura me lleno
y trato de no pensar
en que un día crecerás
a tu manada dejarás
y tal vez me olvidarás.