A esos poetas hay que ponerlos en órbita.
Llevarlos a la luna de Paco
a lomos del tigre de María,
dejar que en ellos prenda
la chispa que Aurelio guía,
hacerles seguir el rastro plateado
del dulce caracol enamorado...........
Y decirles que cada palabra lleva
un corazón que late el color,
la luz plateada en la estatua,
la lentitud de la palabra bien gustada,
la aurora rosada, la rosa encantada,
el alma materna en cada palabra,
bien escuchada.
A esos tiernos poetas
voy a decirles hoy
que en la Daniela de Ana
están el futuro, la idea,
la libertad del creador,
la simiente y la gracia
con la que subirán más alto
que la liebre de la luna,
verán cómo el tigre les sonríe,
y sabrán que el corazón
de todo lo que ama
lleva un arcoiris..
y que la chispa de la poesía
puede prendernos
en la mirada nueva
con que abrimos cada día.
Mª Rosa Serdio